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Los 'quintos' de Orgaz (Toledo) Foto: Facebook Ayuntamiento
El próximo 4 de marzo, la localidad toledana de Orgaz vuelve a celebrar su tradicional fiesta de los 'Quintos', una tradición que conmemora el momento en el que los jóvenes salían de sus lugares de origen para realizar el servicio militar obligatorio que hoy ya no existe.
Con motivo de esta celebración, el colectivo Feministas de Pueblo ha dirigido un escrito al Ayuntamiento de Orgaz para que supervise, con ayuda del movimiento asociativo, las letras de las coplillas que cantarán los ‘Quintos’ en la romería de Villaverde.
Los “mozos” acompañados por las chicas de la quinta -de la misma edad- participan en esta romería con coplas, en una jornada de campo, comida o bailes. “La tradición de los 'Quintos' ha ido evolucionando con el tiempo y los cánticos han cambiado, pero no precisamente a mejor”, lamenta el colectivo feminista.
Explican que, si a principios del siglo XX las coplas iban dirigidas a los hombres de la quinta precedente, a las novias y a las familias de los quintos o a algún destacado personaje local, con un “tono amable, cariñoso, también divertido, pero nunca cruzando la línea de la falta de respeto”, en los últimos diez años las cosas han cambiado.
Denuncian que las letras de las coplas “son soeces, irrespetuosas, denigrantes y están dirigidas, exclusivamente, a las jóvenes que rondan la mayoría de edad”. Aseguran que ahora los chicos “hacen gala de misoginia cosificando a las mujeres hacia las que lanzan sus cantos, mientras golpean con sus bastones la chapa de un remolque al que se suben, en un acto declarativo de violencia simbólica”.
Fue en 2016 cuando saltó la polémica después de que los ‘Quintos de aquel año incluyesen en las letras de sus coplas los términos “bollera guarrera” o “putón”. Entonces cantaron con expresiones soeces “ceporrona, ceporrona, se las come morcillonas”. Un año después el ayuntamiento tomó cartas en el asunto para zanjar la polémica, pero el colectivo feminista no cree que lo haya logrado.
“Comprendemos que la tradición de las rondallas se mantenga como seña de identidad del pueblo de Orgaz, pero no se puede tolerar la violencia verbal que entrañan esas letras, pues vulneran varias leyes de igualdad y de prevención y protección de las mujeres frente a las violencias machistas”, sostiene Feministas de Pueblo.
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Parte del atuendo de los Quintos de Orgaz, en Toledo, durante la romería de Villaverde / Foto: Ayuntamiento de Orgaz / José María García-Cid
Reclaman seguridad, un puesto sanitario y puntos violeta y arcoíris
De cara a la celebración de este año han solicitado la presencia de un servicio de seguridad (pública o privada) en la finca de Villaverde, en el lugar donde se sitúan las carpas del público y, en concreto, en las cercanías del remolque donde cantan los ‘Quintos’.
También piden la presencia de un puesto (Cruz Roja o Protección Civil) para atención sanitaria urgente en el lugar, y ofrecen un Punto Violeta y otro punto Arcoíris “para informar y acompañar a víctimas de posibles actos de violencia machista y actos de homofobia”. Denuncian que ya en 2024, se produjeron incidentes en el Punto Arcoíris de la romería. “Fue objeto de insultos, homofobia y agresiones verbales” y por esta razón piden penalizarlo
Según el movimiento asociativo las autoridades “pueden y deben supervisar el contenido de las coplillas para evitar la vulneración de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia machista”, que las integrantes de la asociación dicen haber sufrido “en carne propia”, al ser objeto de “episodios de violencia verbal durante la celebración de la citada fiesta en la finca de Villaverde”.
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Cartel difundido por Feministas de Pueblo con motivo de la Fiesta de los Quintos en Orgaz, en la finca Villaverde de la localidad, donde instalarán un punto violeta / Imagen: Feministas de Pueblo
El alcalde cree que su visión “no corresponde a la realidad”
El alcalde de Orgaz Tomás Villarrubia reconoce que “es algo que pudo ocurrir, y derivar en actitudes poco aceptables, pero con el tiempo, entre todos, lo hemos ido reconduciendo”.
Villarrubia cree que el colectivo Feministas de Pueblo tiene “una visión que no se corresponde con la realidad ni con el espíritu de la sociedad orgaceña” y que en la actualidad “es una tradición en la que participan los quintos y las quintas. No hay dos bandos”.
En declaraciones a elDiarioclm.es explica que se reúne con los jóvenes, con ellos y con ellas, de forma previa. “No es algo que me guste, pero suelo supervisar todo el proceso. Les pongo las cosas claras y asumen que hay un marco del que no pueden salir”.
Una parte de la población de Orgaz, con sus autoridades al frente, pretende redefinir estas manifestaciones violentas como ‘expresiones intrascendentes y festivas’ disculpando y justificando en la tradición y lo propio de la edad la agresividad que los mozos exhiben sobre el remolque y sus cantos"
Para Feministas de Pueblo, hay “una parte de la población de Orgaz, con sus autoridades al frente, que pretende redefinir estas manifestaciones violentas como ‘expresiones intrascendentes y festivas’ disculpando y justificando en la tradición y lo propio de la edad la agresividad que los mozos exhiben sobre el remolque y sus cantos”.
Lo rechazan de plano y lo comparan con “la misma actitud negacionista, exculpatoria y cómplice” en las poblaciones de Vita (Ávila), donde el regidor cantó en una verbena sobre la agresión a una niña, o en las fiestas de Cervera de Pisuerga (Palencia).
“Las feministas, junto a otro sector de la población de Orgaz, queremos que la fiesta continúe, que se siga festejando la romería de Villaverde dando protagonismo a la juventud y que se mantenga la tradición del ‘rito de paso’ de los mozos”, aclaran, siempre que se haga “sin violencia verbal ni simbólica”.
Además, confían en que “la infancia no se vea influenciada por este modelo agresivo festivo. Queremos que la juventud no se sienta presionada para formar parte de la rondalla, pues hemos sabido de chicas y chicos que han sufrido crisis de ansiedad al acercarse la fecha de la fiesta”. El movimiento feminista propone “actualizar la tradición, recuperando lo que fue”.
Mientras, el alcalde les pide “que colaboren, que disfruten y que se integren en la fiesta para evitar ser un elemento disruptivo”. En opinión del edil, “los padres y los propios protagonistas de la fiesta… Todos somos personas con sentido común”.