
Inés Cañizares / Imagen: Vox Toledo
La vicealcaldesa de Vox de Toledo, Inés Cañizares, ha cerrado esta semana temporalmente su cuenta en X por "higiene mental", debido a la "crispación" que estaba percibiendo tras algunas de sus últimas publicaciones o declaraciones públicas como representante de la formación que lidera Santiago Abascal.
"Me satura y me incómoda. Se puede disentir pero no insultar", traslada en declaraciones a este medio Cañizares, quien ya fue criticada el pasado mes de noviembre por seguidores de Vox en la red social tras participar en el acto de colocación del lazo blanco, que simboliza la lucha contra la violencia de género, en la fachada del Ayuntamiento de Toledo.
En este sentido, la también concejala de Seguridad Ciudadana en Toledo apunta que en los últimos días se han vertido insultos hacia su persona y le han llegado a pedir que "deje el acta" en el Consistorio toledano tras las manifestaciones que realizó por la renuncia del exvicepresidente de Castilla y León y líder de Vox en esta región, Juan García-Gallardo, a sus cargos en el partido de extrema derecha.
Cañizares lamentó la marcha de García-Gallardo en una comparecencia en la sala de prensa del Ayuntamiento en la que reconoció que se había perdido participación interna en su partido en los últimos años. En este punto, recordó también que Abascal abandonó el PP por "falta de democracia interna" en el partido, según trasladó el mismo.
No obstante, precisa que su decisión no está vinculada a ninguna conversación con los cargos de dirección de su formación tras estas declaraciones y apunta que ésta se debe más a algunas discusiones que ha tenido con usuarios de la red social, que le han increpado con distintos calificativos como "traidora".
También fue criticada tras tachar de "totalitarismo" la acción de un grupo de varios centenares de estudiantes que provocó la cancelación de un acto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid en el que iba a participar el exportavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros.
"Entiendo el escrutinio público pero no el acoso", subraya Cañizares, representante de un partido que, precisamente, se caracteriza por hacer uso del insulto como estrategia de oposición, tanto en el Congreso de los Diputados como en las redes sociales.
Sobre estos últimos evita pronunciarse Cañizares, que de momento sí mantiene abierto sus perfiles en otras redes sociales como Instagram o Facebook tras haber abandonado la del magnate Elon Musk, una plataforma que cada vez están dejando más usuarios o entidades por la radicalización del discurso.