
Los juristas Javier Malagón y Helena Perenya, exiliados tras la guerra civil / Imagen: Biblioteca de Castilla-La Mancha
La Biblioteca de Castilla-La Mancha acoge una exposición en homenaje al matrimonio Malagón-Perenya hasta el próximo día 28 de junio.
La muestra, bajo el lema, ‘Javier Malagón y Helena Perenya: su historia menor’ recoge la inquietud multidisciplinar de este matrimonio de juristas que les condujo a atesorar una variada y rica biblioteca con fondos relacionados con el derecho indiano, la historia de América y el exilio español tras la guerra civil, como temas prioritarios entre una variedad enciclopédica de materias.
Fueron donados a la biblioteca pública de Toledo que hoy alberga casi 10.000 documentos, libros, separatas, revistas, memorias e informes, tanto de su actividad, como de la de colegas, alumnos, becarios… con cerca de 2.000 dedicatorias autógrafas de sus autores, traductores o compiladores.
Una parte de esa muestra se podrá visitar en la sala Borbón-Lorenzana de la biblioteca. La viceconsejera de Educación, Universidades e Investigación, Mar Torrecilla, ha destacado que se hace así un homenaje de la efeméride del 14 de abril, día de la Segunda República española. Es, asegura, una “oportunidad única” para acceder a documentos “esenciales para conocer y comprender el papel del exilio en la historia cultural del siglo XX”.
El hilo que une esta historia con Toledo es “profundo”. No solo porque Javier Malagón nació en la capital regional, sino porque fue esta ciudad la que eligieron como destino final de su legado intelectual y afectivo, por lo que fue reconocido con la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha en 1988.
Con un “gran interés multidisciplinar”, Javier y Helena fueron creando una biblioteca especializada en derecho, historia y el exilio en archivos de América y EE.UU., donde se establecieron. Allí trabajaron en varias universidades y en la Organización de Estados Americanos (OEA), impulsando programas culturales y de becas inspirados en la tradición republicana española. En 1962 volvieron por primera vez a España.
Su biblioteca fue enviada progresivamente desde Washington a Toledo. “Es una fuente inestimable para conocer el legado cultural y académico del exilio republicano. Es el mejor testimonio para llamar a la memoria de un contexto histórico que la sociedad actual está desdibujando o utilizando de forma maniquea”, ha sentenciado la viceconsejera de Educación.
Javier Malagón Barceló nació en Toledo en 1911. Era hijo de un teniente coronel de Infantería. Cursó el bachillerato y Magisterio en Toledo, y más tarde se licenció en Derecho en la Universidad Central de Madrid, donde también realizó estudios de Historia. Exiliado tras la guerra, partió hacia Francia con su esposa Helena Perenya, también jurista. A lo largo de su vida residieron en distintos países de América y en Estados Unidos.